Las ideas viajan de polo a polo a gran velocidad. Ventajas de este tiempo maravilloso, capaz de romper distancias y de hacer que España sea el corazón de Argentina y que Argentina sea el corazón de España, o al menos así le ocurre a este pequeño escritor que por ser español y vivir en España, presume allí por donde va de publicar en “Empresa” -revista argentina- algunos de sus artículos. Y claro, cuando las palabras se multiplican por cientos de ejemplares no es de extrañar que más de un lector curioso rastree mi correo electrónico en la dirección de la página web con la que firmo mis columnas, logrando colar las inquietudes del otro lado del planeta en la pantalla de mi ordenador, el mismo PC desde el que garabateo estas líneas, logrando como por arte de magia que –a pesar de los kilómetros- podamos compartir las mismas preocupaciones y muy parecidas ilusiones de forma instantánea.
El argentino curioso del que les hablo se llama Gerardo y es profesor en un colegio de Buenos Aires.