Artículo con motivo del X aniversario de la creación de Harambee.
El recuerdo de un suceso
Cuando me piden una remembranza de África, un recuerdo cogido al vuelo, una pincelada con la que pueda dibujar un perfil general del Continente, casi siempre me asalta la memoria un suceso que a ojos profanos puede parecer nimio, porque nada tiene que ver con las aventuras que han llegado a dar cuerpo a algunas de las páginas de mis novelas. En efecto, en el caso que voy a referir no hay socorridas descripciones paisajísticas, evocaciones de la belleza faunística, narraciones de intrigantes sucesos o de emotivas experiencias, sino que todo va por otro canal, el de las cosas sencillas y al mismo tiempo auténticas.
Hacía unas horas que había llegado con un amigo a la ciudad de Meru, en el centro de Kenia. El autobús que nos trajo desde Nairobi se había retrasado más de la cuenta –habitual en unas tierras que miden el tiempo con distinto compás-; nos iba a resultar imposible continuar nuestro viaje hacia la falda del monte Kenya hasta el amanecer del día siguiente. Después de tomar una habitación en un hotel modesto donde pasaríamos la noche, salimos a caminar arriba y abajo de la avenida principal –una calle ancha y mal asfaltada-, con el único propósito de distraernos con el ir y venir de hombres, mujeres y niños, en ese trasegar ininterrumpido que llena todas las veredas de África. .Leer artículo completo.
El recuerdo de un suceso
Miguel Aranguren, escritor y miembro del Comité Cultural Harambee
Hacía unas horas que había llegado con un amigo a la ciudad de Meru, en el centro de Kenia. El autobús que nos trajo desde Nairobi se había retrasado más de la cuenta –habitual en unas tierras que miden el tiempo con distinto compás-; nos iba a resultar imposible continuar nuestro viaje hacia la falda del monte Kenya hasta el amanecer del día siguiente. Después de tomar una habitación en un hotel modesto donde pasaríamos la noche, salimos a caminar arriba y abajo de la avenida principal –una calle ancha y mal asfaltada-, con el único propósito de distraernos con el ir y venir de hombres, mujeres y niños, en ese trasegar ininterrumpido que llena todas las veredas de África. .Leer artículo completo.
