Para mi abuela, fue el plástico
Lo tenía muy claro, que madre de catorce hijos y abuela de ochenta y
ocho nietos no se paraba en barras
y buscaba la utilidad de las cosas.
Así que para ella el plástico era el
invento del siglo –¡de aquel siglo XX que se nos
ha quedado tan viejo!–. Pero no busquen lo rijoso
del asunto, por más que sea fácil fabricar chistes
sobre dicho material maleable y tan desbordante fecundidad, todo un prodigio de la naturaleza,
que el plástico al que se refería mi abuela podía
exhibirse ante los niños sin problemas de decoro: no en vano, de plástico eran los vasos para los
cepillos de dientes, los mismos cepillos que frotaban tantas bocas, las carcasas de casi todos los
electrodomésticos, el gorro de ducha, las cajas
para envasar al vacío, el rollo de papel de aluminio, el tubo de la aspiradora, la bolsa para la basura, la tubería del fregadero..., un sinfín de elementos que hoy nos pasan desapercibidos. Seguir leyendo en pdf.