26 oct 2007

¿Quién logra imaginárselos, felices de camino al matadero? Arrastraban el cuerpo entumecido a causa de los golpes, las muñecas ensangrentadas por las apreturas de las sogas. Sus oídos habían escuchado todo tipo de insultos, de indignidades y muchos de ellos llevaban días sin dormir por las hinchazones y las quemaduras. Pero caminaban felices, convencidos de que les aguardaba un destino de gloria, entre los empujones de los verdugos e, incluso, los insultos del populacho que llegaba a lanzarles piedras y salivazos. Algunos eran viejos y otros jóvenes que abandonaban una vida de promesas, esfuerzos y honores. Los llevaban en fila india bajo el escondrijo de la nocturnidad o a pleno sol, para escarnio y venganza. No sabían de política, no honraban a emperadores ni presidentes, no distinguían entre monarquías y repúblicas, entre rojos y azules.

En algunos casos los verdugos querían que el espectáculo se prolongara, así que les golpeaban la boca con piedras hasta saltarles los dientes, o les hacían comulgar excrementos o les hundían en el limo del río hasta casi asfixiarlos. Y las víctimas no dejaban de rezar, sin rencores, por más que cada prueba multiplicara el dolor físico de la anterior. Adivinaban en aquella corona de gloria una horrible ofensa al Padre amoroso de todos los hombres, también el de sus asesinos, al que rogaban para que el perdón que renovaban a cada instante moviera Su corazón como el de Jesús en el madero, cuando cargó sobre su agonía la maldad de sus verdugos.La Iglesia los venera como venera a aquellos primeros cristianos que perdieron la vida entre los zarpazos y los mordiscos de las fieras, en las cruces que jalonaban los caminos del oprobio.

¿Quién logra imaginárselos, felices de camino al matadero? El alma vibrante, limpia después de una confesión o de ese tiro que actuaba con la misma eficacia que la absolución. No son los mártires de quienes ganaron la Guerra. Tampoco de quienes la perdieron. Son los mártires que interceden por los que aún no sabemos perdonar.
Categories:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Subscribe to RSS Feed