10 abr 2012

Los psiquiatras nos ponen en alerta.


Dicen que la primavera y el otoño son estaciones dadas a la depresión. Los delgados hilos de la estabilidad psíquica se resienten con el cambio de las presiones atmosféricas y nuestra floja naturaleza se quebranta al albur de los valores meteorológicos. ¿Dónde está el Prozac? ¿Dónde el Lexatín?

El aviso de los loqueros viene a advertirnos de que el tardío llega envuelto en canciones de Chavela Vargas por cada hoja que se seca y cae. Que con el renuevo es Leonard Cohen el encargado de susurrar lamentos de guitarra al compás del florecimiento de las rosas. Porque con la música, que en nuestro mundo todo lo ocupa, los cantantes y las cantatas se amoldan al capricho de nuestro sentir.
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